Después de algunos años viviendo en nuestra casa decidimos embarcarnos en la aventura de reformarla para convertirla en nuestro hogar. La supuesta facilidad que teníamos para realizar el proyecto, ya que los dos somos arquitectos, se convirtió en un largo proceso de ajustes, cesiones y concesiones hasta encontrar la solución perfecta.

A nivel de materiales intentamos recuperar soluciones constructivas tradicionales aunque revisadas desde un punto de vista contemporáneo: pavimento de baldosa hidráulica, mobiliario de madera, mármol macael, etc.

Una vez redactado el proyecto necesitábamos alguien que supiera entender y trasladar a la obra todos los detalles que habíamos diseñado. No podíamos arriesgarnos que a dejar la ejecución en manos de personas no cualificadas que por no "hablar nuestro idioma" echaran al traste todo el esfuerzo realizado. Como no podía ser de otra manera, la reforma la realizó Dosaigües ya que tenía el perfil técnico idóneo para esta labor.

Durante las obras arquitectos, jefe de obra, encargado y operarios funcionaron como piezas de una maquinaria perfectamente engranada que formaron el motor necesario para conseguir el resultado esperado.