En la reforma de Amparo y Quique el objetivo era conseguir una gran vivienda con pocos metros y con un presupuesto muy ajustado.

"Hace algún tiempo, decidimos embarcarnos en un proyecto en común y cometer la locura de comprar un piso juntos. Firmamos la hipoteca y, ya propietarios, fuimos a verlo de nuevo. Comenzaron a asaltarnos las dudas y los miedos."

"Fue una época de quebraderos de cabeza para nosotros y de mucho trabajo para Dosaigües. Nos parecía imposible que aquella casa, antigua y en mal estado, sería lo que es hoy. A pesar de no tener muchos metros, la vivienda ha quedado amplia y muy luminosa.
Entendemos que un hogar no es más que el lugar donde compartir momentos, un espacio que al principio está vacío y no dice nada, y que quien realmente le da sentido son las personas que allí viven y las que por allí pasan y dejan un trocito de ellos."